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¡Estarás conmigo en el Paraíso!”
Mt 25,34. Venid vosotros, benditos de mi Padre;
heredad el Reino  preparado  para a  vosotros, desde la creación del mundo.
Lc 23,46 A tus manos Padre encomiendo mi espíritu.
Jn 17,24 Padre este es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen la gloria que me has dado
Jn 6, 47 Te dice el Señor, en verdad, en verdad te digo: el que cree, tiene vida eterna.
San Juan Pablo II, Papa ¡Dejadme ir a la Casa del Padre!

V/ Dios mío, ven en mi auxilio
R/ Señor date prisa en socorrerme

Antífona [única al principio y final de la salmodia] ¡Verdaderamente ha resucitado el Señor, Aleluya!

Himno

Porque es tarde, Dios Mío.

Porque es tarde, Dios mío,
porque anochece ya y se nubla el camino,
porque llego al final de mi camino;
porque temo perder
las huellas que he seguido,
no me dejes en mi soledad, Señor
y quédate conmigo.
Porque he sido rebelde
y he buscado el peligro,
y escudriñé curioso
las cumbres y el abismo,
perdóname, Señor,
y quédate conmigo.
Porque ardo en sed de ti
y en hambre de tu trigo,
ven, permíteme sentarme en tu mesa,
déjame estar contigo.
¡Qué aprisa cae la tarde…!
¡llévame al fin, ¡Señor! contigo! Amén

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A modo de Salmodia

Contemplarte ¡Para Siempre!

Oh Dios! Tú eres mi Dios,
mi alma ya desea verte,
contemplarte para siempre.
Mi alma esta cansada por esta enfermedad;
como tierra reseca, agostada sin agua.
Sólo tu gracia vale más que la vida
que tú me has regalado;
mis labios desean alabarte siempre.
Tu Pascua es mi auxilio y tu mirada me
sostiene.

Mi alma contará tu auxilio

A ti, Señor, me acojo, al atardecer de mi vida.
Acerca tu corazón a mi oído,
líbrame de la pobreza de mi enfermedad, y
pónme a salvo cerca de ti, en tu gloria eterna.
En ti, Señor, me refugio,
porque mi seguridad está en ti.
Mi boca y mi corazón desean alabarte cantando tu auxilio.

El Señor está conmigo y me auxilia

Quiero darte gracias Señor por tu bondad y por tu misericordia.
El Señor está conmigo y me auxilia.
No tengo miedo. En tu bondad me refugio.
Al final de mi vida, tu eres mi salvación.
Se que no he de morir,
viviré para siempre en tu gloria, Señor.
Se que entraré por las puertas del triunfo,
para darte gracias Señor.
Tu Pascua, Señor, es mi puerta:
Y quiero entrar por ella.
Te pido perdón por mis pecados.
Esta es la hora en que el señor actúa para mí.
Él es mi esperanza y mi alegría.
Yo ¡te alabo y te ensalzo Señor!
Yo ¡deseo verte, Señor!

El Señor será mi heredad para siempre

¡Señor!, hoy proclamo que siempre he querido estar contigo,
en los días de vida que me has regalado.
En mis días oscuros y tristes,
me has tomado de la mano,
me ha guiado tu consejo,
y ahora al final de mi vida,
espero ver y gozar de tu gloria.
Cuando siento que llega mi momento final
cuando mi vida se acaba, dejo en paz esta tierra.
El Señor será ni tesoro y mi heredad para siempre.
Y mi dicha estar cerca de mi Dios.

Pasar de este Mundo a la casa del Padre

¡Padre!, ha llegado la hora:
de pasar de este mundo a tu casa.
De conocerte a ti el único Dios verdadero,
y a tu Enviado, Jesucristo, mi Señor.
¡Perdóname!
Porque no siempre he sabido glorificar tu nombre.
Ni aceptar la misión que me has encomendado.
He conocido el amor que me tienes
En Jesucristo, tu Palabra Encarnada.
El me ha cuidado en tu nombre,
y ahora como criatura tuya quiero volver a Ti.
¡Padre Santo!,
hoy recuerdo especialmente las palabras de tu hijo Jesús: ¡quiero que los [hombres y mujeres] que tú me diste estén conmigo, donde yo estoy!, para que contemplen la gloria que a mí me has dado.

Lectura bíblica

Del evangelio según san Marcos 5,25-29
«Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré.».
Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal.»
R/ Los que te buscan verán tu rostro, Señor.

Oración de los fieles

Oremos a nuestro Dios Trino por los enfermos agonizantes. -Para que sientan junto a ellos la presencia del Siervo obediente, Jesucristo Nuestro Señor, que muriendo en la cruz confió su espíritu a las manos del Padre, y resucitado intercede por todos nosotros.

R/ Roguemos al Señor

Intercesión por los enfermos

Al atardecer de mi vida,
me presento ante ti Señor y te digo: ¡ Recíbeme !
y escucho tu voz que me dice: …….¡Ven !

Al final de mi vida, Señor, me presento ante ti con humildad y confianza para que me acaricies; (Beata Teresa de Calcuta)
para que mis oídos oigan que me quieres, que me esperas y me recibes en tu morada ¡para siempre!

V / Enfermo (o quien reza por él)
Xtº/ Cristo Resucitado
V / Enfermo (o quien reza por él)
1
V/ [Señor Tú conoces toda mi vida. Hoy mis labios proclaman que te amo Señor y que tú eres mi fortaleza y mi esperanza en la vida eterna.
Xtº Soy tu Señor, escucha las palabras de mi apóstol san Pablo: Me has conocido en los años de tu juventud, y por la fe que ha proclamado tu corazón, recibirás el premio de los justos; y por la profesión que han hecho tus labios recibirás mi salvación, para ti será la vida en plenitud.
V/ Amén. Aleluya]
2
V/ [Señor, ¡quiero vivir contigo! Anhelo que mi nombre sea inscrito en tu morada, donde tú vives. Al final de mi vida me abrazo a ti Señor, quiero vivir contigo.
Xtº Soy tu Señor, te digo: espera que se cumpla la promesa que he hecho a mi iglesia: todos los bautizados han sido sepultados en mi muerte y conmigo resucitarán a una vida eterna. ¡Cree, espera, confía, recibe!
V/ Amén. Aleluya]

3
V/ [En mi juventud he escuchado tus palabras como una promesa que quiero que ahora se cumplan. Venid vosotros benditos de mi Padre. Mi alma sufriente te mira señor y te señor y se acoge a tu misericordia: Guarda mi alma en la paz junto a ti Señor.
Xtº ¡Ven! ¡Escucha! He visto tus obras y te digo ¡Todo el bien que hiciste a uno de estos mis humildes hermanos conmigo lo hiciste.
V/ Amén. Aleluya]

4
V/ [Me he sentido ciudadano del Cielo y ahora en el final de mi vida espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida, espero en la vida eterna.
Xtº Soy tu Señor y te digo: has sido justificado por mi gracia, la que has recibido en mis sacramentos, eres en esperanza heredero/a de la vida eterna, y esta espera se acaba.
V/ Amén. Aleluya]

5
V/ [Al final de mi vida recíbeme Señor. Muéstrame Señor tu misericordia, hazme partícipe de tu salvación.
Xtº Soy tu Señor y te digo, he escuchado en tus años de juventud que tus labios han confesado tu nombre, que soy tu Señor; tu corazón ha creído que Dios Padre resucito a Jesús de entre los muertos; la salvación de Jesús es para ti.
V/ Amén. Aleluya]

6
V/ En tus manos encomiendo mi espíritu. A tus manos Padre de nuestro Señor Jesucristo, cuando se acaban los días de vida que tu me has regalado, te entrego mi espíritu.
Xtº Soy tu Señor y te digo Te lo aseguro […] estarás conmigo en el paraíso.
V/ Amén. Aleluya]

7
Acógeme en tu morada Al “atardecer de mi vida” me refugio en Ti Señor. ¡Protégeme; acógeme en tu morada!
Xtº Soy tu Señor y te digo En mi está toda gracia; en mi todo camino y verdad, en mi toda esperanza de vida eterna.
V/ Amén. Aleluya]

8
V/ Quiero celebrar tu Pascua, sin prisas de tiempo En Ti quiero gozar para siempre la alegría que tantos días he esperado.
Xtº Soy tu Señor y te digo Eres ya una criatura nueva, porque mi inmolación en la cruz también es para ti. Ven celebra la Pascua sin final.
V/ Amén. Aleluya]

9
V/ Recuerdo la promesa que nos has hecho. ¡Os llevaré conmigo! En mi oración de despedida de este mundo solo te pido una cosa Señor, mi Dios: “habitar en tu casa para siempre”.
Xtº. Soy tu Señor y te digo: recuerda mi promesa: Me voy a prepararos sitio; volveré y os llevaré conmigo para que donde estoy yo, estéis también vosotros.
V/ Amén. Aleluya]

10
V/ ¡Quiero conocer eternamente tu misericordia! En tu morada veré y cantaré eternamente tu misericordia.
Xtº Soy tu Señor y te digo: Yo soy el primero y el último; yo soy el que vive. Estaba muerto y ya ves vivo por los siglos y tu participarás de esta gloria. Ten esperanza.
V/ Amén. Aleluya]

11
V/ En mi enfermedad consumada te miro Señor Con mis años cumplidos, mi alma tiene sed de Ti, Dios que das vida eterna.
Xtº Soy tu Señor y te digo: En la vida y en la muerte sois mis criaturas; para eso he muerto. Para ser Señor de vivos y muertos, también tu muerte tiene que estar redimida
V/ Amén. Aleluya]

12
V/ Mis ojos quieren verte mis oídos oírte, mi corazón contemplar tu bondad. Mi oído apagado para este mundo oye tu voz, tu promesa: Los buenos, por la bondad de nuestras obras, veremos tu rostro Señor.
Xtº Soy tu Señor y te digo que escuches a mi apóstol Pablo cuando predica: ”Es doctrina segura, si morimos con Jesucristo, también viviremos con Él”.
V/ Amén. Aleluya]

13
V/ ¿Cuándo se alegrara mi corazón en tu bondad Señor? Alegraos en el Señor Alegraos justos y gozad contemplando el rostro del Señor.
Xtº Soy tu Señor y te digo por el bautismo tu eres una nación consagrada, un pueblo elegido.
V/ Amén. Aleluya]]

14
V/ Realmente eres hijo de Dios.
Xtº ¡Pasa! [nombre propio] ¡Hospédate en mi morada. Contempla mi bondad mi belleza. Criatura llega a tu plenitud
V/ Amén. Aleluya]]

15
Una tierra nueva
V/ Espero un cielo nuevo y una tierra nueva
Xtº Porque he resucitado una vez ya no muro más
V/ y yo me incorporo a tu vida porque he sido bautizado en su muerte para permanecer en ti para siempre.
V/ Amén. Aleluya]]

Conclusión
Mujer, ¡ahí tiene a tu hijo!, hijo ¡ahí tienes a tu madre!
María, Madre, en el final de mi vida cuida mi alma: sosiégame en el dolor que siento; acompáñame para que no me sienta sola/o; dame confianza para que no sienta miedo.
María Madre de la Misericordia, siento que mi vida se apaga y te pido que intercedas por mí ante tu hijo Jesús Señor de la vida y de la muerte.
Virgen de la ternura, acógeme en tus brazos para pasar de la muerte a la vida.
*
¡Señor!, estoy preparado/a para estar contigo en el paraíso, cuando tu dispongas. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Profesión de fe

Creo en Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Vírgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado,
muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre
los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha
de Dios, Padre Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a
juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna. Amén.

 Señor acoge a nuestro hermano/A

Querido hermano – hermana:
Te ponemos en las manos de Dios;
y al dejar esta vida salgan a tu encuentro
la virgen María Nuestra Señora del Carmen
y todos los ángeles y santos.
Que Cristo que sufrió muerte de Cruz por ti,
te conceda la libertad verdadera;
te aloje en su casa.
que Cristo Buen Pastor te reconozca como su hijo
Que te perdone todos tus pecados;
que puedas contemplar gozoso/a a tu redentor y gozar de la visión de Dios por los siglos de los siglos.

Amén

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